INSTITUCIÓN EDUCATIVA PEDRO NEL OSPINA
Este año es difícil hacer un DIARIO DE CAMPO, pues, se supone que esta práctica se realiza sobre las experiencias significativas que se tienen con los alumnos. De las cuarenta semanas que los alumnos deben asistir a clases en el año, este año solamente asistieron ocho semanas.
Es difícil escribir sobre unos alumnos que han estado ausentes de las aulas de
clase y que nuestra relación con ellos
ha sido a través de los padres, madres o
acudientes.
Es difícil escribir sobre el comportamiento de unos alumnos
con los cuales no hemos interactuado; pero que lo hemos hecho por medio de sus
padres, madres o acudientes.
Esta vez debo escribir sobre unos alumnos, que apenas si los tuvimos en nuestras aulas de clase escasos dos meses; luego, la vida nos cambió totalmente. Pasamos de tener una escuela llena de niños, de sus risas , de sus juegos, de sus picardías de sus ojos llenos de vida que la irradiaban por todas partes, de estar con los niños entre cinco y seis horas, a no tener contacto con ellos; porque ya, aquel abrazo tan común todas las mañanas se había convertido en una práctica peligrosa, aquel acercamiento que había, cuando veíamos un niño o niña triste o distraído, ya no podíamos mirarlo a los ojos y decirle: Tranquilo, tranquila, puedes confiar en mí: tranquilo, tranquila, te voy a ayudar en esa dificultad; tranquilo, tranquila; las cosas van a mejorar; Solo nos quedaba pensarlos mucho en la distancia y entre aquellos talleres que son el único contacto enviar una nota; un te extraño, un me haces mucha falta, un te quiero.
Pensar mucho en aquellos niños más vulnerables y simplemente rezar para que no estuvieran pasándola muy mal.
pasamos
a tener una escuela envuelta en el silencio, unos salones sin vida, llenos de
polvo, porque la vida así lo quiso; en un principio creí que iba a ser por poco
tiempo, que en cuestión de un mes, quizás dos, estaríamos nuevamente en la
escuela con los niños y niñas. Pero no, el tiempo ha pasado y a pesar de la distancia,
de no verlos constantemente algo muy distinto ha pasado.
Estos niños se me han metido mucho más en el corazón y no
pasa un solo día que no los extrañe, ha sido duro no poder disfrutar de sus
conversaciones, sus risas y lo más duro
y para lo cual no estaba preparada; pasar de dictar una clase en el aula, o peor
aún, una clase de educación física en un patio o en una cancha, a dictarla por
medio de unas hojas de bloc. Ha sido muy complicado tratar de hacerme entender
por medio de esas hojas; pero como todo en la vida; tocó aprender y a medida
que se van entregando nuevos talleres he
aprendido o al menos hacer el intento que los
niños y niñas me entiendan, pues, si para mi es difícil impartir el
conocimiento por medio de unas hojas,
para esos niños y niñas no ha sido fácil aprender o por lo menos entender y
responder por lo que la profesora quiere, pues, como hay unos estudiantes que
tienen un excelente acompañamiento, también hay otros que están solos y aún así
responden. Mucho o poco; pero, igual se les valora lo que hacen, pues, si para mí
no ha sido fácil, para ellos tampoco; pero lo mejor de los talleres son
esas pequeñas notas ¡profe te extraño, profe me hace mucha
falta, profe te quiero mucho, profe ya quiero ir a la escuela,! o las niñas que
me escriben; ¡profe cuando hago los ejercicios cierro los ojos y me la imagino
a usted en la cancha trabajando con nosotros! con estas notas sí que se
me agua el ojo.
La vida nos cambió totalmente; pero no todo ha sido malo, he
visto mis alumnos desde otra perspectiva, pues, al interactuar con sus mamás,
conocemos más los alumnos y sin darnos
cuenta entendemos muchas cosas que antes no sabíamos el porqué. Ha sido bonito interactuar con los padres, madres o acudientes de los alumnos, pues, ellos al igual que nosotros tambien les toco aprender muchas cosas y tambien entendieron muchas otras. Igual ha sido bonito escuchar los padres, madres de familia cuando le dicen a uno !Profe estoy haciendo los ejercicios con la niña o niño, nos divertimos mucho y al mismo tiempo estamos haciendo la tarea !
Otros manifiestan que se sienten muy cercanos a los niños y se sienten muy bien trabajando con ellos.
Es bueno ver algunos padres o madres que lo paran a uno en la calle y le dicen: profe soy el papá o la mamá de tal niño o tal niña; muy buenos los ejercicios que les pone, se entretienen y lo divierten a uno. Algo muy importante, algunos me escriben:profe veo que mi niño está flojo en equilibrio,o mi niña no tiene nada de coordinación.
Esos pequeños detalles, me hacen ver que no se ha perdido el tiempo; que por muy distantes que sean algunos padres o madres; hay otros que se les ve el interés, se fijan en lo que los niños hacen. Estos comentarios, a mi como docente me llenan mucho y me hacen sentir muy bien.
Otra de las cosas importantes que me trajo esta contingencia es el haber visitado algunos niños y niñas de la sede Emiliana, unos pocos de la Juan y la antonio J; Conocer su entorno, su vivienda, las personas con las que comparten, sus necesidades; pero sobre todo ver esos rostros como se iluminan cuando lo ven a uno.
Todo es un aprendizaje y este virus tan pequeñito si que nos ha traído enseñanzas.
Nota de un padre de familia.
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